Familia y Salud Mental
Familia y Salud Mental, Dr. Mauricio Leija.
Familia y Salud Mental, Dr. Mauricio Leija.
Familia y Salud Mental, Dr. Mauricio Leija
Cursos de primeros auxilios psicológicos
Dirigido a todo el público en general
Organizan: Secretaría de Salud del gobierno del Estado de Jalisco y el Instituto Jalisciense de la Salud Mental.
Objetivo: Informar qué hacer para brindar el primer apoyo a su familiar, conocido o persona que se encuentra en una crisis emocional y a que lugar llamar o acudir para una atención oportuna.
Fecha: 10 de septiembre
Horario: de 08:30 a 13:00 horas
Lugar: Auditorio planta alta del Centro de la Amistad Internacional
Informes e inscripciones:
30309900 ext.177 y 114
Sintonice el miércoles 21 de agosto a las 9 de la mañana en #Jalisco Radio el programa HumanaMente, abriendo mentes, cerrando estigmas a través de la frecuencia 630 AM en Guadalajara y 1080 AM en Puerto Vallarta
Invitados:
Dra. Indira Indiana Cabrera Abud
Psic. Francisco Santana Lim
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Muestra de cortometrajes
22 de agosto a las 8:00 pm
Auditorio Charles Chaplin
¡Te esperamos!
Gracias al Mtro. Rodolfo Torres de la dirección de Discapacidad Jalisco y a la Lic. Rebeca Jiménez de la Direccion de Discapacidad de Puerto Vallarta por hacer posible la realización del curso "De Familia a Familia" en las instalaciones de la UMA de dicha ciudad. Nuestro agradecimiento también a Lupita Mejía y Carlos Chávez instructores incansables.
En breve, daremos a conocer fechas y lugar para llevar a cabo las actividades de HumanaMente en Puerto Vallarta.
¡Felicidades!
Sintonice el miércoles 17 julio a las 9 de la mañana en #Jalisco Radio el programa HumanaMente, abriendo mentes, cerrando estigmas a través de la frecuencia 630 AM en Guadalajara y 1080 AM en Puerto Vallarta
Invitado:
Dr. Israel Itzaman Jiménez Navarro
Médico psiquiatra adscrito al Instituto Jalisciense de Salud Mental especializado psiquiatría infantil y de adolescencia.
Hablará sobre qué es la salud mental, el capital, bienestar y salud mental en niños y adultos.
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A partir de mañana empezara en Jalisco Radio el programa de radio HumanaMente: abriendo mentes, cerrando estigmas a través de la frecuencia 630 de AM
Todos los miércoles de 9 a 10 am en Jalisco Radio. Conducen; Manuel Alcalá y Dardo Pérez
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Gustavo is happy that he has been able to “reset his life.” In 2007, he suffered an outbreak of schizophrenia, followed by severe depression. When he was hospitalized for psychiatric treatment at the Agudo Ávila Regional Center for Mental Health, in the city of Rosario, Santa Fe province, he thought he had hit rock bottom. He had recently returned to Argentina from Spain, where he had left a small daughter behind. He couldn’t find a job. His loneliness was devastating.
When talking about his recovery, the first thing Gustavo, 47, remembers is the emotional reunion he had with his 12-year-old daughter more than a decade later. Then he recalls his first visit, in 2011, to Casa del Paraná, a place for people suffering from mental health conditions such as bipolar disorder, schizophrenia or depression. “I remember the director came up to me and said ‘You won’t be alone’,” he says. Casa del Paraná is where he managed to bounce back. Afterwards, he was able to find work in a company that sells printers. With the money he earns, he can travel to Spain to see his daughter.
Casa del Paraná was founded in Rosario in 2007 to help people with mental illnesses reintegrate into society and be able to work. It operates under the “clubhouse” model, born in the United States in 1948 when a group of patients from a psychiatric hospital opened the first center, the Fountain House, in New York. The goal was to end the social and economic isolation of people who struggle with mental issues.
In 1990, the Clubhouse International organization was created to oversee 320 houses that reach around 100,000 people in 34 countries each year.
“All the houses must comply with international standards and are reviewed every two years,” says Rita Larrañaga, director of Casa del Paraná, the first in Latin America. Since its creation, it has welcomed 155 members, all 18 years or older.
Today, Casa del Paraná has 35 active members, “17 percent of whom are also doing paid work experience,” the director says. “The idea is that members who did not have previous work experience, or who were employed years ago, can go back to work and rebuild their CV.”
Larrañaga explains that the clubhouse does not provide psychiatric treatment, but rather seeks to help men and women recover through a participatory method based on a free membership principle. Members work in the clubhouse, which highlights each one’s strengths and abilities while helping them to build strong relationships.
“Our funds come from the Mental Health Department of the Municipality of Rosario, as well as from an international foundation, monthly donation campaigns, and three fundraising events that we conduct every year,” Larrañaga explains.
“Our mission is to help these people reach their full potential and be respected as co-workers, neighbors and friends,” Jorge Baldarenas, president of Casa del Paraná, says. He adds that a diagnosis does not define a person – it is just a small part of who they are.
Both Gustavo and Baldarenas underline that autonomy is the first thing that people with mental disorders lose. That is why the nonprofit works towards helping them reacquire it. That is also why each member decides when he or she is ready to leave the house.
Among Casa del Paraná’s activities, there is a social program with recreational outings; an educational program with spelling, music, mathematics and computer workshops; and an ‘employment in transition’ program, which offers members the opportunity to accept paid work outside the house and still be able to participate in clubhouse activities.
“When the house secures a paid position for the community, it makes it available to everyone so we can decide together who will get it,” the director explains, adding that each member can also count on a coordinator’s help when needed.
Larrañaga emphasizes the importance of having a routine. Members arrive at the house at 9 am and divide the tasks that each one will carry out during the day — some will manage the reception, while others do maintenance, cooking or cleaning. “We work on daily habits and social skills, which are often lost,” she says.
To take the initiative further, a group of professionals founded the Casaclub Foundation, based on the model of Casa del Paraná, which will launch a new clubhouse pilot project in the city of Buenos Aires, the second one in Argentina.
Beyond returning to work and feeling proud of recovering his autonomy, Gustavo says that the best thing about having taken part in Casa del Paraná was the friends he made there. “They’re my engine,” he says, “the ones who lift me up when I’m about to fall.”
Main photo credit: Marcelo Manera
This article is being published as part of 7.7 Billion, an international and collaborative initiative gathering 15 news media outlets from around the world to focus on solutions for social, economic and civic inclusion.
Gustavo se siente feliz de haber podido “reiniciar su vida”. En 2007, sufrió un brote de esquizofrenia seguido de una depresión severa. Llegó a estar internado bajo tratamiento psiquiátrico en el Centro Regional de Salud Mental Agudo Ávila, de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, y pensaba que había tocado fondo.
Hacía poco tiempo había regresado a la Argentina desde España, donde había dejado una hija pequeña a la que extrañaba y no conseguía trabajo. La soledad lo tenía devastado.
Cuando habla de su recuperación, lo primero que revive con emoción es el momento del reencuentro con su hija de 12 años, tras más de una década sin verla; luego, el día de 2011 en que conoció la Casa del Paraná, un espacio para personas con padecimientos psíquicos como bipolaridad, esquizofrenia o depresión, donde logró salir adelante. “Recuerdo que la directora se acercó y me dijo: ‘Ya no vas a estar solo’”, cuenta hoy Gustavo (de 47 años), que gracias a que recobró su autonomía, pudo volver a trabajar en una empresa que comercializa impresoras y, con el dinero que gana allí, viajar a España a ver a su hija.
La Casa del Paraná nació en 2007 en Rosario, con el objetivo de ayudar a personas con padecimientos psíquicos a reinsertarse laboral y socialmente. Sigue el modelo llamado Casaclub, que surgió en 1948 en Estados Unidos, cuando un grupo de pacientes de un hospital psiquiátrico abrió la primera casa, conocida como Fountain House, en Nueva York. El objetivo era terminar con el aislamiento social y económico de las personas con este tipo de padecimientos.
En 1990, se creó Clubhouse International, organización que agrupa y supervisa las 320 casas en 34 países, impactando cada año en unas 100.000 personas.
“Todas las casas deben cumplir con normas internacionales y son revisadas cada dos años”, sostiene Rita Larrañaga, directora de la Casa del Paraná, la primera de América latina, que desde su fundación recibió a 155 miembros, todos mayores de 18 años.
Actualmente, el grupo de Casa del Paraná está compuesto por 35 miembros activos. “De ellos, el 17% está atravesando experiencias laborales remuneradas. La idea es que los miembros que no tuvieron experiencias laborales previas o que las tuvieron hace muchos años, puedan retomar el mundo laboral e ir armando su Hoja de Vida”, detalla la directora.
Larrañaga explica que en la Casaclub no se brinda tratamiento psiquiátrico, sino que –a través de una membresía gratuita–, se busca ayudar en la recuperación de hombres y mujeres a través de una metodología de trabajo participativa y conjunta. Se basa en una jornada laboral diaria dentro de la casa, donde se destacan las fortalezas y habilidades de cada uno y se fomenta la construcción de relaciones.
“Nos sustentamos gracias al aporte de la Dirección de Salud Mental de la Municipalidad de Rosario, una fundación internacional, campañas de donaciones mensuales y tres eventos de recaudación de fondos que hacemos todos los años”, explica Larrañaga.
Jorge Baldarenas, presidente de la Casa del Paraná, señala: “Nuestra misión es que estas personas puedan alcanzar su máximo potencial y sean respetadas como compañeros de trabajo, vecinos y amigos”. Además, asegura que el diagnóstico no define ni determina a una persona, sino que es tan solo una parte de ella.
Tanto Gustavo como Baldarenas sostienen que lo primero que una persona con cualquier padecimiento psíquico pierde es la autonomía. Por eso, desde la asociación, se aseguran de que puedan volver a adquirirla y de que permanecer o irse de la casa sea solamente decisión de ellos.
Dentro de los programas que ofrece la Casa del Paraná se encuentran el Programa Social, con salidas recreativas; el Educativo, con talleres de ortografía, música, matemática y computación; y el de Empleos en transición, que propone a los miembros la oportunidad de retomar un trabajo remunerado con la garantía de poder seguir participando en las actividades de la casa.
“Cuando la casa consigue un empleo, se pone a disposición de todos para decidir quién lo tomará”, destaca la directora y explica que, además, cada miembro cuenta con un coordinador para ayudarlo en todo lo que necesite.
Larrañaga destaca la importancia de la rutina. Los miembros llegan a la casa a las nueve de la mañana, se reúnen y dividen las tareas que cada uno realizará durante el día: uno estará en la recepción, otro se encargará del mantenimiento, otro de la cocina y un último de la limpieza. “Trabajamos en los hábitos cotidianos y habilidades sociales, que muchas veces se pierden”, cuenta.
Para seguir impulsando el proyecto, basados en el modelo de la Casa del Paraná, un grupo de profesionales constituyó la Fundación Casaclub que comenzará con una prueba piloto de una nueva casa en la Ciudad de Buenos Aires, que se convertirá así en la segunda de Argentina.
Más allá de haber vuelto a trabajar y de sentirse orgulloso por haber recuperado su autonomía, Gustavo destaca que lo mejor de haber formado parte de la Casa del Paraná fueron las amistades. “Son un motor para mí, son los que me levantan cuando estoy por caer”, concluye.